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PRIMER ENCUENTRO DE ILERA DE LAS AMÉRICAS – UN HOMENAJE A LOS 100 AÑOS DE LA OIT- EL FUTURO DEL TRABAJO: TENDENCIAS Y RETOS

Organizado por la Asociación de Relaciones del Trabajo de la República Argentina (ILERA-ARTRA) y el Instituto de Estudios Interdisciplinarios en Derecho Social y Relaciones del Trabajo (IDEIDES-UNTREF)

Buenos Aires, Rectorado UNTREF, 25 y 26 de Abril de 2019

CONCLUSIONES

La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles, que dio término a la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente. En dicho documento, quedó plasmada la idea fuerza que impulsó su creación, señalando que las Altas Partes Contratantes estaban “movidas por sentimientos de justicia y humanidad así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el mundo…”.

Desde los albores de su creación, se la reconoce como un instrumento para lograr la paz social, que evidencia la necesidad de cooperación para obtener igualdad en las condiciones de trabajo en los países que competían entre sí por mercados más competitivos.

Su Constitución prevé una organización tripartita, la única en su género con representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores en sus órganos ejecutivos. Gracias al papel de la OIT, se han adoptado a lo largo de su historia convenios Internacionales del Trabajo, que regulan aspectos fundamentales de las relaciones laborales, como la limitación en la jornada de trabajo, la protección de la maternidad, el ejercicio de la libertad sindical, la negociación colectiva, el derecho al descanso, la edad mínima etc, poniendo énfasis en la importancia de colocar la justicia social al centro de las políticas económicas y sociales internacionales; y la importancia de convertir el Trabajo Decente un objetivo estratégico internacional, y de promover una globalización justa, como instrumentos para la superación de la pobreza.

Se ha evidenciado a lo largo de estas jornadas, que un siglo después de su creación, los desafíos continúan: los avances tecnológicos suprimen y crean empleos; las nuevas tecnologías permiten automatizar procesos productivos y de gestión afectando tareas rutinarias; el trabajo no asalariado se potencia junto con las formas atípicas contratación, surge la necesidad de «nuevas competencias» que demandan también cambios en la educación formación de los recursos humanos.

Cambia la ecuación, ya no se habla solo de puestos de trabajo, sino habilidades o conocimientos. Ya no se trata solo de proteger “ese” puesto de trabajo sino la persona que lo ocupa. También los cambios demográficos ocurridos en el último siglo, representan grandes desafíos para el nuevo siglo que comienza: la Longevidad y migración representarán inevitablemente una redistribución de los recursos económicos hacia otros colectivos y personas mayores.

Por ejemplo, de acuerdo con las proyecciones, los latinoamericanos seremos 656 millones en 2025 y 707 millones en 2040; para 2025 se proyecta que las personas mayores de 60 años serán poco más de 98 millones, mientras en 2040 alcanzarán casi los 150 millones. En 2050 uno de cada cuatro latinoamericanos será mayor de 60 años. Así se producen hitos importantes como el fenómeno de la economía envejecida, que impacta en el mercado de trabajo: los recursos económicos consumidos por la personas mayores exceden los recursos económicos consumidos por los niños y jóvenes, (CEPAL 2018-OIT 2018).

Pero también se ha concluido que todos estos nuevos desafíos, también son oportunidad. Como lo ha indicado en distintos documentos la OIT, será necesario en el nuevo siglo de la Organización, replantear el «contrato social”, siendo para ello vital que los actores sociales (Estado, sindicatos empleadores) realmente estén comprometidos con:

  1. La inclusión e igualdad de oportunidades: que se logran a través del acceso a la educación para facilitar las «transiciones”;
  2. Superar las brechas de género;
  3. Replantear los sistemas de protección social y gestión de la seguridad social;
  4. Propender a una eficiente inversión en las instituciones de trabajo, en la gobernanza, por medio de la regulación e inclusión de normas fundamentales mínimas  sobre jornada, policía de trabajo, tecnología-economía
  5. Elaborar políticas realistas sobre mercado de trabajo y el nuevo papel de los actores sociales, sindicatos de trabajadores, empleadores empresarios y gobiernos.
  6. Aprovechar el potencial transformador de los cambios en curso para crear trabajo decente en las nuevas economías – la economía verde, la economía digital, la economía de los cuidados, garantizando al mismo tiempo que todo el trabajo sea decente y sostenible.
  7. Invertir en las capacidades de las personas para abrir la oportunidad de su realización plena y de lograr el tipo de vida que anhelan de acuerdo con sus valores.

Este último enfoque consta de cuatro elementos básicos: un derecho universal al aprendizaje permanente, el apoyo a las personas en las transiciones, una agenda transformadora para la igualdad de género y una protección social más sólida.

Así todos los países deben conseguir que las inversiones en la formación de las personas sean una prioridad básica de la política económica, para que el trabajo pueda contribuir plenamente al desarrollo humano.

Se reitera la importancia y necesidad de adoptar políticas públicas que promuevan la representación colectiva y el diálogo social. Tanto los gobiernos como las organizaciones de empleadores y de trabajadores son partes en el contrato social, responsables de su diseño y ejecución a través del diálogo social. La representación colectiva de trabajadores y de empleadores a través del diálogo social es un bien público que se fundamenta en la esencia misma de la democracia.

Para destacar también un enfoque de la inteligencia artificial “bajo control humano”; el ejercicio de la gestión, vigilancia y control a través de algoritmos, mediante sensores, dispositivos corporales y otras formas de control, debe ser regulado para proteger la dignidad de los trabajadores. El trabajo no es una mercancía; así como tampoco el trabajador es un robot.

Los cambios son vertiginosos, y así parece estar sucediendo en las plataformas de trabajo digitales, llamadas también las “factorías del siglo XXI” que han irrumpido en la arena económica y que, generan un potencial de transformación del modelo productivo y de relaciones de trabajo.

El nuevo paradigma es flexibilidad, liquidez, cambios disruptivos y constantes, en definitiva, los grandes progresos de nuestra sociedad no son fruto de un solo individuo, sino del trabajo colectivo de muchos cerebros, que, utilizando las capacidades de la tecnología para aumentar el alcance de su inteligencia, desarrollan nuevas ideas y nuevos conceptos que hasta al momento habrían parecido imposibles. Sería interesante elaborar un marco normativo para la región, acordando aspectos transnacionales puntuales, como la ley aplicable, jurisdicción, conciliación y arbitraje virtual. Es importante señalar que algunos motivos locales para legislar son la invisibilidad del trabajo conectado remoto (TCR), el fraude laboral y el reconocimiento de nuevas formas de trabajo, en tanto otros están fundamentados en el trabajo sin fronteras, las tendencias regresivas del salario, y el crecimiento de las Tecnologías de la Información (IT).

Finalmente queremos destacar que hace casi 50 años la OIT recibía el más alto honor que se le ha reconocido: el Premio Nobel de la Paz. En momento de entregar dicho premio, la presidenta del Nobel de aquel entonces destacó un hecho cuya frase y reflexión hoy compartimos: “Debajo de la piedra angular del edificio principal de la OIT en Ginebra se encuentra un documento donde está escrito: SI VIS PACEM, COLE JUSTIAM- “Si deseas la PAZ, cultiva la Justicia”.

 Creemos que pocas organizaciones han logrado llevar a la práctica dicho objetivo con su actuación y que debe ser hoy a 100 años de su creación el faro que ilumine el camino hacia el futuro de los hombres y mujeres que trabajan.

Julio Armando Grisolia     Eleonora Peliza     María Elena López

Presidente ILERA- ARTRA          Vicepresidente          Secretaria Ejecutiva

Director IDEIDES-UNTREF          ILERA-ARTRA              ILERA-ARTRA