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REVISTA IDEIDES

Director: Julio Armando Grisolia

Subdirectora: Paula Sardegna

Comité Científico: Pedro Fernando Núñez, Estela Ferreirós, César Lorenzano, Santiago Rubinstein

Secretario de Redacción: Julio Ignacio Grisolia

La revista electrónica del IDEIDES  difunde estudios e investigaciones especializadas en el campo de los Derechos Humanos, Derechos Sociales y Derecho del Trabajo, así como también Relaciones Laborales nacionales e internacionales y en particular las reflexiones y resultados científicos que surgen del intercambio de investigadores y profesores de Argentina y del extranjero.

 

POR UN ENFOQUE INTERDISCIPLINARIO

Presentar la Revista del IDEIDES es motivo de orgullo y compromiso con el estudio del “trabajo” desde un enfoque interdisciplinario.

Una Disciplina Científica se define generalmente como un conjunto estructurado de saberes que sigue sus propias normas prácticas y teóricas para permitir el intercambio de conocimientos y experiencias entre sus investigadores. Tales normas definen límites o fronteras más allá de las cuales se realizan, de manera diferente, otras competencias.

En esta Revista los invitamos a romper esos límites para sumarse al desafío de pensar “el trabajo” desde un enfoque interdisciplinario, en el ejercicio de formulación y reformulación del conocimiento aprehendido.

En esta Revista los convocamos a cuestionar la legitimidad del uso de la palabra “disciplina”.

Disciplinas Científicas

El advenimiento de las especializaciones tuvo su inicio en la dualidad sujeto-objeto, plasmada bajo el concepto de “disciplina”, a finales del siglo XIX en Francia.

La raíz “disciplina” surgió con la aparición de las Universidades en el siglo XII. Pese a que la interdisciplinariedad constituyó una expresión en avance durante el siglo XX, se pueden individualizar tres etapas. La primera, su surgimiento con el pensamiento occidental, desde los clásicos de la antigua Grecia hasta los pensadores contemporáneos. En el año 1637, la obra de Descartes, “El discurso del método”, con la res cogitans, cosa que piensa y la res extensa, cosa medible, describe el primer planteamiento de la división sujeto y objeto, el elemento que origina la variedad de las disciplinas y que puede tomarse como punto de partida. La segunda, desde la Primera Guerra Mundial hasta los años 30 con esfuerzos aislados sin connotación en el mundo académico; la tercera, desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta el presente [1]).

La interdisciplinariedad no es otra cosa que la reafirmación y constante epistemológica de la comunidad de saberes. En la Ciencia Moderna, la preocupación de Galileo, Descartes y Bacon por la sociedad científica interdisciplinaria fue invariable. La diferencia radica sólo en que añadieron a esta agrupación interdisciplinar la necesidad de una comunicación entre las disciplinas, elemento que retoma la interdisciplinariedad a mediados del siglo XX.

En el siglo XVIII se desarrolló en Francia el Enciplopedismo que intentó reducir el conocimiento en espacios pequeños. La idea enciclopedista agrupaba el conocimiento en un único lugar para rememorar su pasado: el enkuklios paideia de los griegos y el orbis doctrinae de los romanos. La filosofía se colocaba en un punto elevado. Con grandes esfuerzos, sus iniciadores se prepararon en la elaboración de una enciclopedia que recogiera el saber de la humanidad de aquel entonces, con el objetivo primordial de divulgarlo6).

Durante el siglo XIX, el trabajo científico adquirió cierto esplendor. Los acontecimientos sociales y los saberes precedentes hicieron que las especializaciones llegaran a su máximo grado y surgieran los super-especialistas, que sabían sobre un campo muy pequeño como exponente del «yo sólo sé que no sé nada». Lejos estuvo lo interdisciplinario, marcado por las corrientes filosóficas del momento: el positivismo y el cientificismo. Gusdorf  lo describe como la época más pobre del avance interdisciplinar: «el siglo XIX parece caracterizado por un retroceso de la esperanza interdisciplinaria; la conciencia científica parece vencida y como abrumada por la masa creciente de sus conquistas, la acumulación cuantitativa de las informaciones parece exigir el precio de un desmantelamiento de la inteligencia» 6).

Cada disciplina científica se caracteriza por considerar el universo de las «cosas» desde un único punto de vista específico, concentrando su enfoque sobre unos pocos «atributos» de las cosas y dejando fuera de su campo de investigación todos los demás atributos, tales como sus propiedades y relaciones. Por consiguiente los conceptos que expresan dichos atributos y los predicados que traducen estos conceptos en el lenguaje son también especializados, así como los procedimientos operativos que permiten controlar directamente la validez de las proposiciones de una determinada disciplina.

Cada disciplina se identifica por una especificidad de conceptos, lenguaje, métodos y lógicas. Si la interdisciplinariedad se presentara como una propuesta de eliminar estas condiciones y de obligar a cada disciplina a servirse únicamente de conceptos, métodos y tipos  de argumentos propios del lenguaje común, ello nos obligaría a renunciar a los aportes cognoscitivos de las diferentes Ciencias y todo sería reducido a un discurso vago, genérico y superficial.

Al Derecho del Trabajo se lo denominó “Derecho Nuevo” por desbordar los moldes clásicos, era un derecho con un valor social distinto y que aunque no alcanzaba a ser un derecho de excepción, se trataba de un derecho especial, que se distinguía del Derecho Común que supone la igualdad de las partes, porque precisamente él nace de la idea de la desigualdad (económica) de ellas[2]).

El Derecho del Trabajo ordena la concepción del hombre de acuerdo con su realidad. Retomando el viejo aforismo romano que reza que “todo derecho existe por voluntad del hombre”, podemos agregar que el derecho “es el resultado del acontecer cultural en un espacio y tiempo determinado” [3]).

Pero deberíamos abordarlo desde un enfoque sistémico interdisciplinario.

Enfoque sistémico

El sistema es una entidad autónoma dotada de cierta permanencia y constituida por elementos interrelacionados, que forman subsistemas estructurales y funcionales. El sistema se transforma, dentro de ciertos límites de estabilidad, gracias a regulaciones internas que le permiten adaptarse a las variaciones de su entorno específico.

La teoría general de sistemas concibe al sistema como un modelo estructural (estático) y funcional (dinámico). Y así permite un estudio coordinado de sus variaciones y transformaciones a través del tiempo y por lo tanto la posibilidad de su previsión [4]).

El siglo XX alcanzó renovaciones en el campo de las Ciencias y esto lleva a plantearse nuevas curiosidades, sobre todo en el campo de las Ciencias Sociales. Varios acontecimientos históricos propiciaron la necesidad de integrar las Ciencias en pos de soluciones históricas concretas. La complejidad del momento entre las dos guerras mundiales obligó a dar soluciones multidisciplinarias que se caracterizaban por la descomposición de problemas en sub-problemas unidisciplinarios donde se agregaban sub-soluciones a la solución integral. El surgimiento del enfoque sistémico llevó a que los estudios multidisciplinarios no suplieran todas las expectativas, y ello condujo a la aparición de las investigaciones interdisciplinarias que entendían los problemas en su totalidad pero vistos desde diferentes disciplinas.

La nueva visión de la realidad descansa sobre el reconocimiento de que todos los fenómenos: físicos, biológicos, psíquicos, sociales y culturales, se encuentran fundamentalmente ligados entre sí y dependientes unos de los otros.

La Teoría General de Sistemas propone: a) investigar las analogías, paralelismos, semejanzas, correlaciones e isomorfías de los conceptos, leyes y modelos de las diversas Ciencias, b) fomentar la transparencia de conocimientos entre las diversas Ciencias, c) estimular el desarrollo y la formación de modelos teóricos en aquellos campos que carecen de ellos o en los cuales los mismos son muy rudimentarios o imperfectos, d) promover la unidad de las Ciencias y tratar de obtener la uniformidad del lenguaje científico [5]).

Después de la Segunda Guerra Mundial, en el tercer período de evolución de la interdisciplina, los problemas mundiales obligaron a su desarrollo. Así fue como se inició en el mundo la cooperación en las áreas económicas, políticas-científicas y culturales. La aparición de la UNESCO como organización para la cooperación internacional impulsó al desarrollo interdisciplinario.

Interdisciplinariedad

El término fue desarrollado por el sociólogo Louis Whists y había sido oficializado en 1937, el mismo surgió debido a la necesidad de contar con saberes científicos para la comprensión y solución de los problemas nacieron con la globalización y los cambios que ella acarreó.

El reto del estudio interdisciplinar radica: en tomar como puntapié inicial las distintas disciplinas, respetando su especificidad de conceptos, métodos y lógicas y, en trabajar para que no resulte una «barrera» para la comunicación.

La interdisciplinariedad es una forma de generación de conocimiento que busca diferenciarse del conocimiento mono-disciplinar en el que las disciplinas de manera aislada examinan fenómenos de la realidad.

En el enfoque interdisciplinar, cada disciplina aportará, dentro de su campo, aquello que sea apropiado, necesario y suficiente, de acuerdo con las características del objeto específico, para resolver en toda su dimensión el objeto de estudio.

La interdisciplinariedad es una combinación de enfoques de distintas Ciencias sobre un mismo objeto, que se ínter vinculan de diferentes formas específicas, partiendo de conocimientos y métodos seleccionados en cada una que, manteniendo su lógica científica y características propias, resultan los más adecuados, necesarios y suficientes para resolver problemas cuyo alcance desborda los límites de una rama del saber o campo científico determinado.

La adopción de una Ciencia del Derecho interdisciplinaria implica una importante fractura epistemológica respecto de las racionalizaciones corrientes del fenómeno jurídico.

La propuesta consiste en explicar el “Trabajo” relacionado con otras disciplinas, hechos o discursos sin olvidarnos de su especificidad.

Los fundamentos epistemológicos de la interdisciplinariedad se colocan en la unidad de todo el conocimiento científico. Smirnov reconoce la unidad epistemológica del campo de estudio de las disciplinas, basado fundamentalmente en la abstracción de los campos de estudios, lo que obliga reforzar la interdisciplinariedad. Menciona, además, la independencia relativa del método en la estructura epistemológica de las disciplinas, debido fundamentalmente a la identidad de cada campo disciplinario, y esto facilita que los métodos de una disciplina puedan aplicarse en otras y, por último, la unidad creciente del funcionamiento epistemológico de las Ciencias que se justifica por el propio desarrollo científico que obliga a utilizar iguales instrumentos y metodologías para aprehender los conocimientos [6]).

En el campo del conocimiento la interdisciplinariedad ofrece una forma para superar la fragmentación del saber que la especialización exhibe como inevitable, permitiendo realizar una cierta unidad del saber, no como una «reducción a la identidad» sino como toma de conciencia de la complejidad de las realidades que nos rodean.

La interdisciplinariedad no debe confundirse con la multi-disciplinariedad ni con la trans-disciplinariedad.

La inter-disciplinariedad se considera como:

  • Cierta razón de unidad, de relaciones y de acciones recíprocas, de interpretaciones entre diversas ramas del saber llamadas disciplinas científicas[7]).
  • La transferencia de métodos de una disciplina a otra[8]).
  • El análisis «desde distintas miradas científicas, a problemas o conjuntos de problemas, cuya complejidad es tal, que con el aporte (o la disponibilidad) de cada una de las disciplinas a la interdisciplinariedad, ayudaría a desentrañar las distintas dimensiones de la realidad social[9]).

La interdisciplinariedad se presta a malas interpretaciones, se desvirtúa el sentido de su aplicación en el campo académico y científico. La investigación interdisciplinaria debe ser entendida como una forma de organización de las actividades cognoscitivas y no, por el contrario, como una forma de desorganización de las mismas [10]). La interdisciplinariedad pretende facilitar la investigación científica a través del intercambio de conocimiento (…) acción entre disciplinas científicas para establecer distinciones convenientes con la uni o mono disciplinariedad, y con la multi-disciplinariedad o impensada y simple yuxtaposición de disciplinas [11]).

La interdisciplinariedad se refiere a la habilidad para combinar varias disciplinas, para interconectarlas y potenciar así las ventajas de cada una evitando que se desarrollen acciones de forma aislada, dispersa o fraccionada.

En función de la interdisciplinariedad, los objetos de estudio son abordados de modo integral promoviendo el desarrollo de nuevos enfoques metodológicos para la solución de problemas.

Surgen a mediados del siglo pasado propuestas interdisciplinarias marcadas por una doble orientación teórica y práctica.

En fin…

Desde el IDEIDES les proponemos un camino hacia la configuración de un nuevo objeto formal interdisciplinario.

Las Ciencias Sociales permiten entender que detrás de las voluntades, comportamientos y conductas hay causas que las explican; que en la vida social convivimos no sólo con reglas morales, religiosas y jurídicas, sino también con acciones de poderosas fuerzas económicas y políticas que influyen sobre los grupos sociales, sobre nuestras preferencias y decisiones; que la sociedad es en sí un producto social y no es el invento de una voluntad divina.

Las Ciencias Sociales entienden que la vida diaria nos forma puntos de vista que dependen del lugar que ocupemos en la vida, corrigen nuestros enfoques y así ayudan a tener una imagen racional exacta de la vida social.

Existe una creciente necesidad de establecer parámetros teóricos y críticos que posibiliten la realización de un diálogo interdisciplinario y el hecho estético representa la renovación del lenguaje de distintas Ciencias en el marco de una cultura que reclama nuevos discursos como expresión de una nueva vincularidad.

Por ello es que les proponemos un pensar dinámico, en el que la preeminencia de la vincularidad y del encuentro de alteridades tienda a reemplazar el modelo estático de paradigmas fijos, la elección teórica por lo “inter” y no por lo “multi” disciplinario en la convicción que es posible encontrar un principio de unidad.

No existe simplemente la “interdisciplinariedad”, sino una “interdisciplinariedad conveniente y apropiada a cada situación”, entonces la interdisciplinariedad no puede ser pensada como la “Ciencia de las Ciencias”, es decir, no es el objetivo final de toda investigación. Muy por el contrario, es la sumatoria de conocimientos y métodos científicos necesarios para resolver problemas cuyas condiciones de contorno sobrepasen los límites de una única disciplina.

La propuesta no puede ser concebida como una especie de imagen global definitiva, sino como la superación de la unilateralidad de las visiones particulares.

Recordemos la célebre frase de Gerry Spencer: “Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad a que se cierre movida por la convicción”.

A sumarse a nuestro desafío, los invitamos desde la Revista del Instituto de Estudios Interdisciplinarios en Derecho Social y Relaciones del Trabajo.

Paula Costanza Sardegna

[1]) Peñuela Velásquez A.: “La transdisciplinariedad. Más allá de los conceptos, la dialéctica”. Andaminos. Revista de Investigación Social. 2005.

[2]) SARDEGNA, M.A.: “Ley de Contrato de Trabajo, Comentada, Anotada y Concordada” Edit. Universidad, 7ma. Edic. 1999, p. 79

[3]) SARDEGNA, P.: “La integridad bioética como condicionante del trabajo infantil”, Tesis Doctoral, Derecho del Trabajo, Previsión Social y Derechos Humanos, USAC. 2011, p. 5.

[4]) SARDEGNA, P.: “Entropía de las normas laborales”, Tesis Doctoral, UBA, Edit. Eudeba, Bs. As. 1999, p. 20.

[5]) GRUN, E.: “Una visión sistémica y cibernética del Derecho”, Edit. Abeledo Perrot, Bs. As. 1995, p. 17.

[6]) Smirnov S.N.: “La aproximación interdisciplinaria en la ciencia de hoy. Fundamentos ontológicos y epistemológicos. Formas y funciones”. En: Bottomore T (coord.) Interdisciplinaridad y Ciencias Humanas. Madrid: Tecnos/UNESCO, 1983.

[7]) Smirnov S.N., op. cit.

[8]) Nicolescu B.: “La transdisciplinariedad, una nueva visión del mundo. Manifiesto”. Paris, Ediciones Du Rocher, 1998.

[9]) Taborda M, Copertari S, Ruiz Briz E, Gurevich E, Firpo V.: “Ciencias sociales e interdisciplinariedad: relación entre teoría y práctica”. 2005.

[10]) Gelman, O.: “¿Cuándo la investigación saber insiste en defender su autonomía territorial y, a científica puede llamarse interdisciplinaria?”. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades. 2000.

[11]) Borrero, A.: “La interdisciplinariedad: simposio permanente sobre la universidad”. Asociación Colombiana de Universidades ASCUN, Bogotá, 1991, p. 143.

 

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