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EL CEREBRO PRODUCE EL CAMBIO, la TECNOLOGIA es el INSTRUMENTO para GENERAR TRABAJO 1

VIVIANA LAURA DIAZ
I.-PROCESO PRODUCTIVO.- CONCEPTO
El concepto de proceso productivo designa a aquella serie de acciones necesarias para concretar la producción de un bien o de un servicio. Estas operaciones se suceden de una manera, dinámica, planeada y consecutiva, conformando un sistema y produciendo producen una transformación en las sustancias o materias primas utilizadas. Es decir que el proceso productivo o cadena productiva, como también se lo denomina, implica desde el diseño, la producción misma del producto hasta el consumo de este último por parte de los
consumidores. En este proceso participan recursos físicos, económicos, tecnológicos y humanos, entre otros, y en esta ponencia se analizarán los recursos humanos y tecnológicos pero desde la mirada de la neurociencia.
Sin lugar a dudas, la Revolución Industrial fue un hecho que marcaría un antes y un después en materia de producción de bienes y servicios.
La inclusión de las máquinas produjo el pasaje de una producción agrícola a una mecanizada que por supuesto cambiaría para siempre las reglas del trabajo sin detener su evolución. En el siglo XX, la producción en cadena o fabricación en serie, conformaría una nueva manera de organizar la producción, provocando un cambio de paradigma delegando en cada trabajador una función especializada a través de las máquinas. El empresario automovilístico y fundador de la empresa Oldsmobile, Ransom Eli Olds fue el primero en ponerla en práctica, en tanto, años después, Henry Ford, desarrollaría una cadena de montaje que disponía de una capacidad de producción superior. Henry Ford fue un pionero del estado de bienestar  a través de la sociedad de consumo. Ford buscó mejorar el nivel de vida de sus trabajadores y reducir su rotación, la eficiencia suponía contratar y mantener a los mejores trabajadores. En la recordada fecha del 5 de enero de 1914 anunció su programa retributivo de 5 dólares al día.
Este programa revolucionario también incluía la reducción de la
jornada laboral de 9 a 8 horas al día, 5 días a la semana, así como el
ya mencionado incremento desde 2,34 dólares al día hasta 5 para los
trabajadores calificados. Ford fue criticado por  haber comenzado la
implantación de la semana de 40 horas y por establecer un salario
mínimo. Sin embargo, demostró que un pago así permitía a sus
trabajadores el comprar los mismos coches que producían, y que por
lo tanto era bueno para la economía. Ford denominó a este
incremento en los salarios como una forma de compartir el beneficio.
El salario de 5 dólares se ofrecía a los hombres mayores de 22 años
que hubiesen trabajado en la compañía durante seis o más meses y,
más importante si cabe, llevasen una vida que fuese aprobada por el
«Departamento de Sociología». El departamento utilizaba a 150
investigadores controlando que los jefes mantuviesen los estándares
de los empleados no se aprobaba ni la bebida en abundancia ni el
juego. Ford estaba completamente en contra de los sindicatos en sus
fábricas, y para detener este tipo de actividad promocionó a Harry
Bennett, un antiguo boxeador de la marina, para que fuese la cabeza
del Departamento de Servicio. Bennet utilizó varias tácticas de
intimidación para acabar con la organización de sindicatos. El
incidente más famoso, en 1937, fue una sangrienta pelea entre el
cuerpo de seguridad y los sindicalistas enfrente de los medios de
comunicación. Ahora bien, la sociedad industrial dió lugar a la
sociedad del conocimiento, por eso analizaré la denominada
revolución 4.0 y las implicancias de nuestro cerebro.

II.- LA REVOLUCION 4.0: ES LA INDUSTRIA INTELIGENTE?

El concepto de REVOLUCION INDUSTRIAL 4.0 fue acuñado por
primera vez en la Hannover Messe, (la feria tecnológica para la
Industria Hannover, en Alemania)   en abril de 2011 y en la misma
feria dos años más tarde, fue presentado y defendido como un
importante trabajo de investigación aplicable a las denominadas
“fabricas inteligentes” (« Smartfactories »).
El recorrido es conocido, hacia fines del siglo XVII fue la máquina de
vapor, en el siglo XXI son los robots integrados en sistemas
ciberfísicos los responsables de una transformación radical.
“Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará
fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos
relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la
transformación será distinta a cualquier cosa que el género
humano haya experimentado antes", vaticina Klaus Schwab, autor
del libro "La cuarta revolución industrial" Editorial Debate. Enfatiza el
autor, que es director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF)
"La cuarta revolución industrial, no se define por un conjunto de
tecnologías emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia
nuevos sistemas que están construidos sobre la infraestructura
de la revolución digital".
Se trata de cuatro procesos históricos transformadores y definitorios:
El primero evidenció marcadamente el paso de la producción manual
a la mecanizada, entre 1760 y 1830; el segundo, alrededor de 1850,
introdujo la electricidad y permitió la manufactura en masa, El tercero,
a mediados del siglo XX, protagonizó la llegada de la electrónica y
las tecnologías de la información y las telecomunicaciones(tic). El
cuarto trae consigo una tendencia a la automatización total de la
manufactura con sistemas ciberfísicos, internet de la cosas y
el cloudcomputing o nube.Los sistemas ciberfísicos, que combinan
maquinaria física y tangible con procesos digitales, son capaces de
tomar decisiones descentralizadas y de cooperar -entre ellos y con los
humanos- mediante la internet de las cosas, la cultura maker
(hágalo usted mismo) y la fábrica 4.0. Es decir que se acentúa la

coordinación cooperativa entre SISTEMAS, MAQUINAS y
PERSONAS.
Las “fabricas inteligentes” facilitan la adaptabilidad a las necesidades
y a los procesos de producción, así como a una asignación más
eficiente de los recursos. No se trata de una realidad ya consolidada y
experimentada, sino de un nuevo hito en el desarrollo industrial que
sin duda marcará importantes cambios sociales en los próximos años,
haciendo un uso intensivo de internet y de las tecnologías de punta
con el fin primordial de desarrollar plantas industriales y generadores
de energía más inteligentes y más respetuosos con el medio
ambiente, y con cadenas de producción mejor comunicadas entre sí y
con mercados laborales más flexibles a las demandas de los
consumidores.
En la era digital, los CEO deben ser los encargados de liderar el
reciclaje profesional de sus empleados para que estén listos para
adaptarse a los cambios y sean relevantes en el futuro. Esta es una de
las principales conclusiones del estudio “Harnessing Revolution:
Creating the future workforce” elaborado por Accenture Strategyy
presentado en Davos, en enero de 2017. Los CEO deben ser
conscientes de la importancia de situar a las personas en primer lugar
como elemento fundamental del cambio, para crear así la fuerza
laboral del futuro.
El desarrollo de habilidades humanas como el liderazgo, el
pensamiento crítico y la inteligencia emocional, que es la posibilidad
de una persona de contactarse profundamente con los diferentes
niveles de sensibilidad, con las sensaciones y emociones del otro,
reduciría considerablemente la posible pérdida de puestos de trabajo
derivada de la automatización. El informe, que incluye una encuesta
realizada a más de 10.500 empleados en diez países, muestra que, si
se duplicase la tasa de los profesionales que desarrollaran este tipo de
habilidades, la cuota de los trabajos con riesgo de ser totalmente
automatizados en EE.UU. para el año 2025, se reduciría del 10% al
4%. El mismo proceso en Reino Unido y Alemania daría como

resultado reducciones del 9% al 6% y del 15% al 10%,
respectivamente. En la presentación se marcaba claramente el
desequilibrio que produce a nivel de puestos laborales el avance de
esta revolución industrial y la necesidad urgente de capacitar y formar
a los trabajadores en nuevos puestos, atravesados por otras
modalidades, como ser el trabajo conectado.
Como hemos compartido, el fenómeno de la llegada
de la máquina como elemento de destrucción de puestos de trabajo no
es nuevo, podríamos remontarnos a hace más de 100 años, cuando
se introdujo la máquina de vapor, o a los años 60 o principios de los
70, cuando la sociedad se enfrentó a una primera llegada de robots en
las líneas de montaje. Consecuentemente, de la misma forma que el
vapor no reemplazó al grueso de la fuerza de trabajo humana,
tampoco lo hicieron los primeros robots, dado que su capacidad de
adaptación era reducida y se requería personas que pudieran
enseñarles nuevas funcionalidades.
Evidentemente, los líderes del Siglo XXI tienen por delante un gran
desafío, una reconvención de puestos laborales, que demandará
la necesidad de atraer nuevos talentos, con alta rotación de
personal, bajo engagement y convivencia intergeneracional .
Indudablemente en 5 a 10 años, los millennials, la generación y, del
presente, serán mayoría en la fuerza laboral.Los directivos tendrán
que manejar el cambio de valor cultural, generando a su vez
diferentes métodos de reconocimiento y beneficios para los
trabajadores.
El management deberá gestionar en forma horizontal, en
organizaciones liquidas, con menos estructuras y mayor delegación,
con la necesidad de contar con un nuevo paradigma sindical más
permeable a los nuevos modelos laborales.
Por lo tanto, el desarrollo de nuevas tecnologías deberá ir
acompañado de un proceso de adecuación y capacitación de los
profesionales que trabajan en los sectores industriales. El
proceso de producción tendrá que verse como un todo, para que

la interacción entre personas, sistemas y máquinas ocurra de
forma benéfica para la sociedad.
"El futuro del empleo estará hecho de trabajos que no existen, en
industrias que usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias
que ningún ser humano jamás ha experimentado", resume David
Ritter, CEO de Greenpeace Australia/Pacífico, en una columna sobre
la cuarta revolución para el diario británico TheGuardian, de agosto de
2012.
La Industria 4.0 también pretende responder a las problemáticas
actuales tanto en cuanto al ahorro de energía como en cuanto a la
gestión de recursos naturales y humanos. El objetivo de crear
redes inteligentes a lo largo de la cadena de valor permite la
interoperabilidad así como controlar, analizar y predecir contingencias
en un mercado fragmentado.
En la sociedad industrial, el consumo era una consecuencia de la
producción, hoy el paradigma cambió, es diferente, se necesita cada
vez menos personas para producir. La innovación tecnológica en la
empresa trae sus consecuencias, muchas de ellas positivas
(mejora en la productividad, celeridad, precisión) otras negativas,
como la decisión de reducir voluntariamente el tamaño de la
empresa con el consecuente despido del personal, (downsizing)
El nuevo paradigma es flexibilidad, liquidez, cambios disruptivos
y constantes. El siglo XXI acercó las aplicaciones de la
neurociencia a las áreas de gestión y liderazgo organizacional.
Los aportes van desde el estudio de los procesos neurológicos
vinculados a la toma de decisiones hasta el desarrollo de la
inteligencia individual, grupal y organizacional. Esta disciplina
profundiza sobre los mecanismos intelectuales y emocionales,
vinculándolos a la gestión de las organizaciones, suministrando
información sobre el funcionamiento del cerebro y los proceso de
conducta y toma de decisiones, por eso es la directriz de esta
ponencia.

III.- NEUROCIENCIAS Y TIC: QUE NOS CUENTA EL CEREBRO?
“Los humanos tenemos la capacidad de meta
cognición, es decir, la capacidad para monitorear y controlar nuestra
propia mente y conducta. Esta última función nos ha permitido dar un
paso gigantesco en términos evolutivos: hemos logrado volvernos la
especie que se propone estudiarse a sí misma”. La cita corresponde a
Facundo Manes y Mateo Niro autores del libro USAR EL CEREBRO,
de EDITORIAL GRUPO PLANETA, año 2015.
El cerebro humano es el centro del  sistema nervioso, un órgano muy
complejo que realiza importantes funciones vitales. Protegido por los
espesos huesos del cráneo, suspendido en el líquido cefalorraquídeo,
tiene la misma estructura general que el cerebro de otros mamíferos,
pero es tres veces mayor. Los primeros miembros del género Homo,
tenían una media de volumen cerebral de 700 cm 3 , y pesaban casi
1000 g. El tamaño del cerebro continuó creciendo sin un
correspondiente incremento en el tamaño corporal hasta la aparición
de los primeros Homo sapiens, los cerebros de estos últimos habrían
sido tan grandes como los nuestros: 1330 g en promedio. Sin
embargo, no es el tamaño lo importante sino las conexiones que
se establecen entre las distintas partes que constituyen el
sistema nervioso, pues haciendo un paralelo con internet, a
mayores contactos en redes sociales, mayor expansión en
información y conocimiento.
Estructuralmente, el cerebro es una masa gelatinosa dividida en dos
partes: HEMISFERIO DERECHO y HEMISFERIO IZQUIERDO,
unidas por el cuerpo calloso, que es un haz de fibras nerviosas que
tiene como función y objetivo principal, conectar los hemisferios
cerebrales para garantizar el buen funcionamiento de nuestro cerebro
en todos sus sentidos y se encuentra rodeado por el líquido
cefalorraquídeo que lo protege y sostiene. Este líquido de color gris
rosáceo está compuesto de millones de células nerviosas que se
conectan formando las redes que controlan todas las funciones de la
mente. La superficie de ambos hemisferios está cubierta por la corteza

cerebral que incluye áreas motrices, de sensibilidad corporal, del
lenguaje, visual, olfativa, auditiva , gustativa, y de asociación que
integran e interpretan la información que ingresa a través de los
sentidos. Como es muy grande en relación al tamaño del cráneo del
recién nacido, la corteza se va plegando sobre si misma a medida que
va creciendo y esos pliegues y circunvoluciones dan origen a los
lóbulos: parietal, temporal, occipital y frontal, cada uno con áreas
funcionales y asociativas. Estas últimas son las que marcan la
diferencia entre el cerebro humano y el de otras especies, porque se
ocupan de funciones mentales superiores como el pensamiento,
razonamiento, creatividad, y autocontrol emocional. La anatomía
cerebral está íntimamente relacionada con el desempeño motriz,
neurocognitivo, emocional y conductual. La intrincada estructura de
redes neuronales se forma a medida que las células cerebrales se
comunican entre sí, y el cerebro interpreta la realidad a partir de los
sentidos: VISTA, OLFATO, OIDO, TACTO y de la interrelación de
estas percepciones con lo que existe en su mundo interno
(preconceptos, ideas, valores) .
La información que ingresa por los sentidos se dirige a diferentes
zonas del cerebro donde es procesada, por ello cada uno de nosotros
construye la realidad en el cerebro a partir de los inputs de
información que recibe, se trata de una construcción SUBJETIVA,
personal y particular .Los filtros mentales son nuestras creencias,
ideales, experiencias, valores, vivencias, antecedentes familiares,
cultura, estados emocionales, habitas de pensamiento, esquemas
mentales, ideas preconcebidas, expectativas, que se ocupan de
transformar la realidad en nuestra realidad, y pueden ser tanto
conscientes como inconscientes A lo largo del tiempo se convierten
en canales de percepción predominante, entonces hablamos de
sistemas representacionales que podrán ser auditivos, visuales, o
kinestésicos, y cada uno de nosotros tendrá un porcentaje
predominante de ellos en la conformación personal.
El cerebro controla y regula las acciones y reacciones del cuerpo,
recibiendo continuamente información sensorial, analizando

estos datos y luego respondiendo, controlando las acciones y
funciones corporales. En nuestro cerebro residen las competencias,
barreras, actitud de aceptación, rechazo, rencores, y pasiones que
sentimos y su evolución depende de las experiencias, percepciones y
procesos que desarrollamos durante nuestra vida, específicamente de
nuestros programas..
Cuando nacemos todos los cerebros están programados
biológicamente para llevar a cabo las mismas funciones, pero sin
embargo,a lo largo de nuestra existencia, el cerebro se modifica como
respuesta al medioambiente, al aprendizaje y a las experiencias
vividas, y esta es la principal característica del cerebro: la
neuroplasticidad. La tecnología permite conocer aspectos
relevantes de un ser humano, pues a través de una resonancia
magnética se podrá distinguir las diferentes morfologías del
cerebro, identificando como diferentes aquel con actitudes
artísticas, deportivas, intelectuales, musicales, y de cualquier otro
tipo.
Con esta mirada del cerebro, analizare la replicación de las tic en el
comportamiento humano y la íntima relación que existe entre las
neurociencias y el trabajo conectado,
La tarea central de las neurociencias es la de intentar explicar cómo
funcionan millones de células nerviosas que se encuentran en el
encéfalo para producir la conducta y cómo a su vez estas células
están influidas por el medio ambiente aportando soluciones
innovadoras que benefician a la sociedad en términos de salud y
bienestar personal, de eficiencia y seguridad en el trabajo. Las últimas
investigaciones del equipo alemán, liderado por la Dra Julia Freund,
(investigación publicada en la revista Science.
http//www.sciencemag.org/content /340/6133/7560), han comprobado
que el sistema nervioso sigue generando nuevas neuronas y
células gliales a lo largo de la vida, inclusive en edades
avanzadas y estos procesos pueden ser incentivados mediante
actividades aeróbicas, tecnológicas, una nutrición adecuada y
sueño reparador, entre otros factores .

En términos de estos investigadores nos convertimos en quienes
somos según cómo vivimos, es decir que no solo las conexiones
entre neuronas están modificándose constantemente según como
utilicemos el cerebro (neuroplasticidad) sino también como
consecuencia de algunas actividades ( neurogenesis) . El ser humano
puede autoliderar la calidad “de funcionamiento” de su cerebro, para
que sea más ágil, así como su morfología, para que haya más y
mejores conexiones entre neuronas, y en esto tiene mucho que ver las
emociones. Estas últimas son aquellas sensaciones y sentimientos
que posee el ser humano al relacionarse con sus semejantes y con el
medio en general.
Resulta interesante analizar cómo funciona nuestro cerebro a la
hora de trabajar, teniendo la certeza que resulta prácticamente
imposible mantener nuestra concentración activa durante las 8 horas
diarias de trabajo, una jornada laboral, pues la concentración es un
recurso limitado, y las actividades como el análisis, la priorización, la
planificación y otros tipos de pensamiento crítico consumen grandes
cantidades de energía, que es obtenida por el cerebro a través de la
glucosa y el oxígeno. A medida que el suministro de energía se
reduce, el cerebro se cansa. Como nuestro cerebro consume tanta
energía (hasta un 20% ), el ser humano ha desarrollado mecanismos
fisiológicos para asegurarse de no desperdiciar este suministro
limitado. Por este motivo, cuando nuestra corteza pre frontal se
enfrenta a una tarea compleja aumenta nuestra tendencia a
distraernos. Que podemos hacer? En lugar de sucumbir
constantemente a las distracciones porque estamos intentando retener
en nuestra mente muchas cosas al mismo tiempo, tenemos
oportunidades reales de entrenar el cerebro para que adopte hábitos
positivos. En este sentido el trabajo conectado permite optimizar la
concentración en el cumplimiento de las tareas por objetivos y de este
modo, disponer de espacios de descanso mental para la obtención de
mayor energía. Consecuentemente es muy importante entrenar a
nuestro cerebro para reducir la cantidad de pensamientos
innecesarios que nos consumen energía, para reducir es estrés, para

aumentar la creatividad y el bienestar, equilibrar el sistema nervioso y
enfocarse mejor.
Cuando el escritor Peter Russell acuñó la expresión "cerebro global"
en su libro The Global Brain en 1983, el concepto superaba la simple
comparación entre las conexiones de un cerebro (neuronas) y
nuestras redes de comunicaciones, pues consideraba el "cerebro
global" como el sistema nervioso, la "mente" de un extraordinario "ser
planetario “de impulsos eléctricos.  Cuando hablamos de "cerebro
global" nos estamos refiriendo a la red formada por las personas y las
tecnologías de la información y comunicación (tic) integradas por
teléfono, radio, televisión, satélites, computadoras e Internet. Nuestros
sentidos recogen los datos, las sensaciones, y los transmiten al
cerebro, este último es un gran procesador de datos, que puede
absorber de forma simultánea unos 11 millones de unidades de
información o bits, pero en forma consciente solo un máximo de 40
bits, es decir que se descartan 10.966.960 datos de la realidad.
CONCLUSION
Si el estado emocional condiciona el funcionamiento del cerebro,
modificando sus funciones como el lenguaje, la toma de decisiones,
la memoria y la percepción, el buen uso de las tic facilita su
perfeccionamiento. El aprendizaje cambia el cerebro, la tecnología no
produce el cambio, es la decisión humana lo que provoca el mismo,
las oportunidades no ocurren, las programamos desde nuestro
cerebro
El uso de las tic aplicadas al trabajo y fundamentalmente el trabajo
conectado implica una comunión mayor entre el hombre y la
tecnología, entonces resulta imprescindible revisar los principios de la
neurociencia para lograr su utilización. Es una asignatura que requiere
del manejo ETICO, SUSTENTABLE y RESPONSABLE de las tic, con
la interacción de varios componentes como ser:

1. Reconocer que la internet incita a no reflexionar y desarrolla la
atención parcial, la no meditación, por ello se requiere un estado de
alerta permanente para lograr pensar y combinar la información. “Vivir
conectados a Internet nos hace pensar de forma mucho más
superficial”, alerta Nicholas Carr en su libro The Shallows: What the
Internet is doing toour brains.
2. Saber que la transferencia de información de la memoria de corto
plazo a la de largo plazo queda afectada con el uso excesivo de
Internet, ya que, sin atención, el proceso no se puede llevar a cabo. Se
fomenta la atención a objetivos de recompensa inmediata y se
posponen tareas con satisfacción a largo plazo. Hemos adaptado
nuestra manera de aprender al uso de las redes. “Nuestro cerebro se
ha habituado a buscar información rápida, usarla velozmente y luego
olvidarla a la misma velocidad, lo que impide construir conocimiento”,
alerta Carr, Es necesario desconectarse de forma habitual para poder
cultivar un pensamiento conceptual, crítico y creativo para ello las
pausas articuladas a través de mecanismos informáticos resultan ser
de muchísima utilidad.
3 .-Recordar que el uso de internet altera las funciones cerebrales, las
tic se apoyan en la plasticidad del cerebro transformando el
procesamiento cognitivo. Los hallazgos científicos han demostrado
que el cerebro es un órgano plástico constituido por neuronas capaces
de regenerarse y de sufrir una remodelación permanente en respuesta
de las experiencias que se han vivido. Se trata de la plasticidad neural
o cerebral.” Las tic modifican nuestro cerebro, cambian nuestra forma
de sentir y comportarnos, el modo de funcionar”, la cita es de García
Carrasco, J. y Juanes Méndez, J. A. (2013). Autores del artículo “El
cerebro y las TICS. Revista Teoría de la Educación: Educación y
Cultura en la Sociedad de la Información.
4.- Advertir sobre los peligros del aislamiento y del distanciamiento
social y emocional, que el exceso de uso de las tic provoca, por ello se
recomienda una distribución del tiempo de trabajo en el trabajo
conectado (lo que se denomina jornada mixta). El aislamiento

social (en inglés «social withdrawal») se presenta cuando una persona
se aleja totalmente de su entorno. La soledad interfiere en una gran
cantidad de funciones diarias del cuerpo, como los patrones del sueño,
la atención y el razonamiento lógico y verbal, el funcionamiento de
estos efectos aún no es claro, pero se sabe que el aislamiento social
genera una respuesta inmune extrema.
5. Reconocer la dependencia tecnológica, la tecno-adicción. Vivimos
en una sociedad en la que el otro ha sido suplantado por una visión
imaginaria de lo que dice en sus redes sociales, chats y sitios web. De
ahí, la excesiva costumbre de mantener atados como pertenencias
irremplazables a los aparatos inteligentes.
6.- Discernir sobre la existencia de algunas dolencias asociadas a las nuevas tecnologías, a partir de los usos excesivos de estas, como ser: Nomofobia; Considerado como el miedo y angustia que padece una persona al olvidar su teléfono celular o tableta en su casa u oficina Lesiones por Movimientos Repetitivos; El uso contante de computadores, tabletas, smartphones y celulares ha provocado una serie de afecciones o lesiones en las extremidades superiores del cuerpo, debido a los movimientos repetitivos que producen los usos excesivos de estos aparatos.
Tensión ocular. Se produce por permanecer más de ocho horas frente a una computadora o pantalla, que además de cansar la vista, genera una deshidratación en la misma.
Síndrome de la vibración fantasma. Se produce en aquellas personas que sienten una leve vibración de su celular o por el contrario que está sonando, cuando en realidad ni suena ni vibra. Insomnio adolescente. El auge de los dispositivos móviles ha desencadenado un furor en los usos de parte de los jóvenes quienes prácticamente no se despegan de sus aparatos celulares, hasta el punto de dormir con ellos, sin saber de los efectos negativos que produce la radiación del celular.

Para concluir, las neurociencias permiten conocer la mente y mejorar el rendimiento personal valiéndose de las tic. El trabajo conectado requiere de un perfil determinado que implica la
autogestión, la posibilidad de resolver situaciones de conflicto sin necesidad de asistencia personal y a distancia, la actitud de trabajar por objetivos y concentrarse en las tareas siguiendo un predeterminado protocolo de actuación. El cerebro procesa la información, la decisión humana produce el cambio valiéndose de la tecnología, no es esta última la que direcciona a la persona, se puede crear trabajo implicando las tic en el proceso productivo.