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DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER – LAS UTOPIAS SOCIALES DEL SIGLO XXI- OLVIDO DE LAS PREMISAS DE LA OIT

Luis Maria Velasco

Aunque mucha gente tenga como costumbre regalar flores, lo cierto es
que lejos de tratarse de un día festivo, y contrariamente a lo que se cree en
muchos círculos sociales, su origen se enmarca en un contexto histórico e
ideológico determinado por profundas desigualdades de género. Por “utopía
La subsistencia de estas, las transforma en una utopía.- El REA entiende
por “utopía”, en primer lugar: el “plan, proyecto, doctrina o sistema deseables
que parecen de muy difícil realización” y en segundo lugar, la “representación
imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien
humano”, muy usada por Tomas Moro, en 1.516, durante el renacimiento.
Hoy, en pleno siglo XXI, los derechos de las mujeres, siguen siendo una
utopía. Hagamos un breve repaso histórico de los avatares por las que
atravesaron las mismas, y veremos que mucho no ha cambiado su situación.
8 de marzo: El 8 de marzo de 1908, un suceso transcendental marcó la
historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 129 mujeres
murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos,
luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo.
El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10
horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas
actividades y las malas condiciones de trabajo que padecían. El dueño de la
fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y
abandonaran el lugar. Sin embargo, el resultado fue la muerte de las obreras
que se encontraban en el interior de la fábrica.
Ese mismo año, el 3 de mayo, se realizó un acto por el día de la mujer en
Chicago, preámbulo para que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se
conmemore por primera vez el “Día Nacional de la Mujer”.
Con este antecedente, un año después, en 1910, se desarrolló la segunda
Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la capital danesa,
Copenhague. El tema central fue el sufragio universal para todas las mujeres, y
por moción Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20.000”, se proclamó
oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora,
en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908. La propuesta se
aprobó por unanimidad por la conferencia, que contaba con más de 100
mujeres pertenecientes a 17 países distintos, entre las que se encontraban las
primeras tres mujeres elegidas al parlamento de Finlandia.
Más cerca en el tiempo, en 1977, la Asamblea General de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo el Día
Internacional de la Mujer.

Asimismo, en el 2011, se celebró el centenario del día, con la premisa de
Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU mujeres).
Una línea de tiempo que sabe de lucha
. 1857. Ese es el año en el que se originó el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora. No fue una celebración. Aquél 8 de marzo de 1857 cientos de
mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York salieron a la calle para
protestar por los bajos sueldos que percibían (eran menos de la mitad de lo que
cobraban los hombres) y por las pésimas condiciones en las que trabajaban.
Aquella manifestación acabó mal, con la Policía dispersando la protesta. 120
de las mujeres que decidieron gritar por la igualdad fallecieron, pero las
trabajadoras no se dejaron amilanar y dos años después fundaron su primer
sindicato
 1909: de conformidad con una declaración del Partido Socialista de
Estados Unidos, el 28 de febrero se conmemoró en Estados Unidos el
primer Día Nacional de la Mujer.
 1910: la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el
Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento
en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el
sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente
por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países,
entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés.
No se estableció una fecha fija para la conmemoración.
 1911: como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el
año anterior, el Día Internacional de la Mujer se conmemoró por primera
vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con
concentraciones a las que asistieron más de 1 millón de mujeres y
hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos,
exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no
discriminación laboral.
 1913-1914: en el marco de los movimientos en pro de la paz que
surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas
celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de
febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres realizaron reuniones
en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o
para solidarizarse con las demás mujeres.
 1917: como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en
la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de
febrero para declararse en huelga en demanda de “pan y paz”. Los
dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las
mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días
después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional
concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el

23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o
el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
 1975: En 1972 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el
1975 Año Internacional de la Muje r​ y en 1977 ​invitó a todos los Estados
a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres
nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer
y la Paz Internacional.
 1995: la Declaración y la Plataforma de Beijing, una hoja de ruta
histórica firmada por 189 gobiernos hace 20 años, estableció la agenda
para la materialización de los derechos de las mujeres.
 2014: la 58 Sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social
de la Mujer (CSW58), la reunión anual de Estados para abordar
cuestiones relativas a igualdad de género, se centró en los “Desafíos y
logros en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para las
mujeres y las niñas”.
La visión de la OIT acerca de la igualdad entre las mujeres y los hombres
La OIT se ha propuesto promover la igualdad de oportunidades para que las
mujeres y los hombres accedan a un trabajo decente , esto es, un trabajo bien
remunerado, productivo y realizado en condiciones de libertad, equidad,
seguridad y dignidad humana. La OIT estima que la igualdad de género
constituye un elemento decisivo de las actividades encaminadas a la
consecución de sus cuatro objetivos estratégicos:
 Promover y cumplir las normas y los principios y derechos
fundamentales en el trabajo
 Generar mayores oportunidades para que las mujeres y los
hombres puedan tener un empleo  e ingresos dignos
 Mejorar la cobertura y la eficacia de una seguridad social  para
todos
 Fortalecer el tripartismo  y el diálogo social
Mandato de la OIT en materia de igualdad de género
El mandato de la OIT de promover la igualdad entre mujeres y hombres en el
mundo del trabajo está consagrado en su Constitución  y fue proyectado en las
normas internacionales del trabajo pertinentes. Los cuatro Convenios clave de
la OIT son: el Convenio ( núm. 100  ) sobre igualdad de remuneración (1951), el
Convenio ( núm. 111  ) sobre la discriminación en el empleo y la ocupación
(1958), el Convenio ( núm. 156  ) sobre los trabajadores con responsabilidades
familiares (1981) y el Convenio ( núm. 183  ) sobre la protección de la
maternidad (2000). Los Convenios 100 y 111 también se cuentan entre los
ocho Convenios fundamentales de la Declaración de la OIT relativa a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo  .

El mandato de la OIT respecto de la igualdad de género queda reforzado por
las Resoluciones conexas adoptadas por el órgano supremo de decisión de la
Organización, la Conferencia Internacional del Trabajo. La más reciente de
ellas es la Resolución relativa a la igualdad de género como eje del trabajo
decente , adoptada en junio de 2009; y la Resolución relativa a la promoción de
la igualdad de género, la igualdad de remuneración y la protección de la
maternidad  , adoptada en junio de 2004. En su decisión de marzo de 2005, el
Consejo de Administración encomendó incorporar la perspectiva de género en
la cooperación técnica .
El mandato de la Organización en materia de igualdad de género también está
establecido en una amplia gama de instrumentos internacionales de fomento
de la igualdad entre mujeres y hombres. Entre otros, cabe mencionar la propia
Carta de las Naciones Unidas, numerosas resoluciones de la Asamblea
General, las Conclusiones acordadas por el Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas en relación con la integración de la perspectiva de género, la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la mujer (por sus siglas en inglés, CEDAW), la Plataforma de Acción de Beijing
de 1995 y su seguimiento, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Situación en la Argentina:
El Día Internacional de la Mujer ha adquirido una dimensión global
para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo por igual. El
creciente movimiento internacional de las mujeres, fortalecido por cuatro
conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer, ha ayudado a
que su conmemoración ofrezca la oportunidad de incrementar el apoyo a los
derechos y la participación de las mujeres en las esferas política y económica.
Las mujeres y las niñas constituyen más de la mitad de la población del mundo,
contribuyendo diariamente a la familia, la sociedad y la economía. Es por eso
que el 8 de marzo ha pasado a ser un momento de reflexión sobre los
progresos alcanzados, un llamado al cambio, y una celebración de los actos de
valor y determinación tomados por mujeres corrientes que han tenido un papel
extraordinario en la historia de sus países y sus comunidades.
Aunque las mujeres han logrado verdaderos avances, los hechos nos
recuerdan continuamente que todavía queda mucho para hacer realidad la
igualdad entre hombres y mujeres.
Como consecuencia de las desigualdades de género las mujeres y las niñas
son las más afectadas por la pobreza, el cambio climático, la inseguridad
alimentaria, la falta de atención sanitaria, y las crisis económicas mundiales.
Millones de mujeres y niñas viven expuestas a exclusión, discriminación y
violencia. Una de cada tres mujeres en el mundo serán víctimas de violencia
sexual en sus vidas. En estos últimos meses en América Latina la emergencia
por el virus del Zika ha llevado a primera plana la agenda pendiente en cuanto
a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Tenemos ahora una nueva agenda mundial 2030 y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) aprobados por los Estados Miembros de las Naciones Unidas
el 25 de septiembre de 2015. Este nuevo marco de desarrollo nos da la
oportunidad ideal de hacer de la igualdad de género y los derechos de las
mujeres una realidad, de abordar las normas culturales y sociales
profundamente arraigadas y a las leyes y políticas discriminatorias que impiden
a las mujeres y a las niñas lograr todo su potencial, y que permiten que siga
ocurriendo la violencia hacia las mujeres y las niñas. Es inaceptable que las
mujeres y las niñas sigan siendo víctimas de violencia en todos los espacios
imaginables: en sus hogares, en las escuelas, en las zonas de conflicto armado
y en las calles de su ciudad.
Hay abundantes pruebas de que los países donde se invierte en las mujeres
también han logrado mejores niveles de desempeño social y económico.
También hay pruebas que pueden orientar a los países sobre lo que en efecto
funciona, desde las políticas equitativas en el mercado laboral, hasta la
eliminación de leyes y políticas discriminatorias, la universalidad de los
servicios de protección social y los servicios sociales, así como las reformas de
los sistemas de seguridad y justicia para poner fin a la impunidad de la
violencia contra mujeres y niñas.
En Argentina, Naciones Unidas brinda un apoyo sostenido al trabajo del
gobierno y de la sociedad civil para lograr que los derechos de las mujeres y la
igualdad de género sean una realidad compartida por todas y todos. En este
sentido debemos continuar trabajando por el acceso a la salud y a la
educación, favoreciendo servicios públicos sensibles a  los derechos de las
mujeres; por  las condiciones de inserción de las mujeres en el mercado de
trabajo, su acceso a los recursos económicos y a los derechos de propiedad,
garantizando condiciones igualitarias y favoreciendo la corresponsabilidad
social; por aumentar la participación de las mujeres en los espacios de toma de
decisión comenzando por la autonomía en el hogar, hasta su inserción en
todos los procesos políticos comunitarios, nacionales e internacionales; y
fundamentalmente por la eliminación de la violencia contra las mujeres y las
niñas, que es el flagelo que limita sus oportunidades, obstaculiza su movilidad y
niega sus derechos.
La agenda 2030 nos ofrece una oportunidad auténtica para impulsar cambios
duraderos en materia de derechos e igualdad de las mujeres. Por eso, en este
Día Internacional de la Mujer propongo renovar nuestro compromiso y
convicción, y dedicar una financiación sólida, una valiente labor de promoción y
una férrea voluntad política para alcanzar la igualdad de género en todo el
mundo.
No hay ninguna otra mayor inversión en nuestro futuro común, y será
la única solución para materializar la utopía, en una realidad concreta