por Dr. Mg. Jorge Navarro
Que hay verdaderamente detrás del burnout
Según el diccionario Vox inglés español, la expresión inglesa burout, significa quemarse, fundirse. En un principio fue utilizado en el deporte para describir la situación experimentada por estos, a pesar de duros entrenamientos y esfuerzos, no conseguían los resultados buscados, este acontecimiento ha sido traducido al castellano de varias maneras:
1-Síndrome del trabajador quemado
2-Síndrome de desgaste profesional
3-Síndrome de quemarse en el trabajo
4-Síndrome de profesional exhausto o sobrecargado
5-Enfermedad de Tomás (un neurocirujano frustrado, de la novela de M Kundera La insoportable levedad del ser)
Es el caso de Bronsberg y Vestllund, dos trabajadoras sociales suecas que confiesan haber padecido el síndrome, y por tal causa son autoras de No te Quemes, donde nos dicen “queremos recalcar, que que la palabra quemado es demasiado fuerte”, se puede comparar a una persona así con una batería que necesita cargarse, o recargarse una y otra vez
Para Iñaki Piñuel y Zabala Madrid, 1965 , propone el término carbonizado, para conceptualizar el tema.
Lo más cercano sería desgastado, así que parece que la denominación de síndrome de desgaste profesional parece la formula más adecuada.
Se puede decir persona y no profesional, porque todos los aspectos vitales cambian a partir del momento en que se experimenta dicho síndrome. Los cambios se producen lenta y paulatinamente, el afectado no llega a percatarse de la verdadera magnitud del problema.
Se va notando distinto, sin saber muy bien en que consiste esa diferencia y todavía menos por que puede ser. Le pasa algo y no sabe que.
El cambio es al comienzo tan sutil que es muy difícil de percibirlo. Las alteraciones progresan, el afectado encuentra algo de tiempo para reflexionar, en ciertas ocaciones y toma conciencia de, lo que pasa no es normal.
Lo cierto es que a esas alturas, ha cambiado su actitud hacia la vida. El trabajo le pesa cada vez más; lo que hace un tiempo afrontaba, con gusto e ímpetu, ahora se le hace un esfuerzo inabordable. Antes acababa la jornada laboral cansada, pero ahora termina agotado y vació.
Cuando llegaban los momentos duros, se compensaba pensando en los ratos de ocio y en las actividades en que iba a emplearlo, una especie de catarsis natural que el mismo organismo busca para compensar los niveles de exceso de preocupaciones, pero en la actualidad ni se le ocurre que hacer salvo tumbarse en el sofá, no hacer nada y olvidarse de todo y de todos, hasta de él mismo.
Cuando su actividad cotidiana consiste estar en contacto con los pacientes, alumnos, usuarios o clientes, le resulta cada vez más difícil enfrentarse a ellos y sobre todo lo que es peor soportarlos.
Además se manifiesta irritable, está desgastado, desganado, tiene la sensación de no poder más y de estar perdiendo el control de su vida y lo que es peor su rumbo.
Todo ha cambiado por algo que no se sabe ni que es. No tiene una enfermedad tangible.
Es algo subjetivo, un cúmulo de sensaciones y de vivencias que, alterándose en lo más íntimo de su ser, ha modificado su vida, y le ha proporcionado un dramático sentimiento de fracaso y hasta de culpa.
El burnout, es un problema de salud y de calidad de vida laboral, un tipo de estrés crónico, como una respuesta psicofísica que tiene lugar en cada individuo como consecuencia de un esfuerzo frecuente, en cuyos resultados la persona considera ineficaces e insuficientes, ante lo cual reacciona quedándose exhausta, en situaciones sin palabras, ya que pierde la confianza en si misma.
En sus fases más avanzadas, el síndrome se manifiesta en una sensación continuada de no poder más, de estar al límite de las fuerzas, de estar a punto de venirse abajo, de tirar la toalla, una sensación que se van a quemar los fusibles.
Su consideración como problema de salud viene apoyada por la circunstancia de que la OMS, en la décima revisión de la CIE (clasificación Internacional de Enfermedades), incluido en el capítulo V, referente a los trastornos mentales y del comportamiento, concretamente en el apartado XXI referente a factores que influyen en el estado de salud, y dentro del apartado reservado en el código Z73.0
Los tres elementos que caracterizan fundamentalmente al síndrome de desgaste profesional
1-Agotamiento emocional: Surge como consecuencia de la disminución de los recursos emocionales, para enfrentarse con los retos que su labor le plantea, y se concreta en una continua y creciente fatiga en los niveles mental, físico y emocional que no se corresponde con la cantidad de trabajo efectuada, además de irritabilidad, malhumor e insatisfacción laboral, con descontento y pesimismo acerca de sus tareas profesionales, y hasta malas contestaciones.
Despersonalización: Al haberse venido abajo sus recursos emocionales, no puede continuar trabajando con la misma intensidad. El profesional decide inconscientemente crearse una barrera entre él y el usuario del servicio que presta, como una forma de autoprotección. Forma una coraza, que lo lleva hasta no dialogar en su ámbito familiar, el temor hace crecer al adversario, sobre todo cuando no se conoce, o no da la cara[1]
Es como si dijera, sino me implico sufro.
Por lo tanto, se traduce en una merma en la eficacia en el trabajo y en actitudes de insensibilidad y deshumanización, con una impronta negativa e incluso a veces de cinismo, hacia los receptores de su servicio; los pacientes, los clientes, los alumnos, etc.
Con la baja realización personal, el profesional se siente frustrado por la forma en que realiza su propio trabajo y los resultados conseguidos con él, estos tienden a vivenciarse de manera negativa, la consecuencia que genera es una merma en su autoestima; pudiendo llegar a ser auto destructiva.
Problemas que se confunden con el burnout
- Estar cansado o estresado
- Haber elegido la profesión equivocada
- Atravesar una crisis laboral
- Acoso psicológico en el trabajo: En el mobbing, se producen conductas de ataques sistemático contra un trabajador con el propósito deliberado de perjudicarle y el objetivo último de excluirle de la empresa
Estadísticas:
Los escasos datos que van aparenciado, indican que está bastante más extendido de lo que parecía, hoy hay que tenerlo en cuenta, como una manifestación específica del estrés laboral.
El doctor Manuel Fernández, director del Departamento de salud laboral de correos y telégrafos manifestaba que alrededor de un 20 % de las bajas laborales se deben principalmente a causas psicológicas y que de este número, aproximadamente un tercio se deberían al síndrome de burnout
Profesionales a los que afecta:
Puede afectar a cualquier grupo ocupacional, hay profesiones más predispuestas a experimentarlo. Son las llamadas profesiones de ayuda, que exigen entrega, implicación, idealismo y servicio a los demás, puede ser el personal sanitario o el personal docente o de seguridad, como también los trabajadores sociales.
Los sectores profesionales más afectados en el sector publico por el síndrome de burnout, son los de sanidad y de enseñanza, y todos aquellos con los que se tienen contacto con el publico.
La sanidad es decir los médicos, psicólogos, clínicos, profesores profesionales de la enfermería y trabajo social, son las actividades que según SEMERGEN, sociedad Española de Medicina Rural y Generalista son las más afectadas.
El instituto de negocios de ESADE en el 2006, presentó una encuesta entre los médicos de Cataluña, en una muestra de 532 respuestas el 38 % resulto muy quemado.
En otro artículo de La Voz del Interior. Com.ar “uno de cada cinco docentes no da más, firmado por Mariana Otero, bajo un estudio realizado por los alumnos de la Universidad de Córdoba.
Además se debería añadir otras profesiones de ayuda como:
- Trabajadores sociales
- Policías, por ser testigos de violencia
- Trabajadores y voluntarios de ONG
- Sacerdotes
- Bomberos
- Funcionarios penitenciarios
- Personas que atienden quejas de los clientes
- Vendedores
- Abogados, de hecho el término burnout era utilizado por abogados californianos para describir el proceso gradual de pérdida de responsabilidad profesional y cínico desinterés entre los compañeros de trabajo.
- Informáticos, por la rapidez de los cambios
- Periodistas, por trabajar contra el reloj
- Funcionarios y trabajadores de la Administración Pública, por una organización excesivamente burocrática
- Profesionales del deporte, este ha sido un fenómeno estudiado desde hace muchos años. ( Garcés de los Fayos, 1993 )
- Controladores aéreos, por la enorme responsabilidad
- Correctores de pruebas, por el trabajo tan detallado que deben realizar
- Supervisores de plantas nucleares
- También puede ser afectada al desgaste profesional la madre o cuidadora de un familiar enfermo o discapacitado
La causa puede ser también los factores de la Organización para la que se trabaja.
Por qué se produce el Burnout
Se produce por la interacción de múltiples factores:
- Los Factores Personales, son facilitadores del síndrome
- Los Factores Organizacionales, son desencadenantes, es decir que el burnout se produce como consecuencia de que las cosas no van bien en la organización
- Los Factores socioculturales
En el caso de darse los dos puntos primeros, hay que estar alerta.
Factores organizativos
Tiene su causa directa única y exclusivamente en las condiciones de trabajo, se pueden destacar los siguientes:
1-Contacto continúo con el dolor y las emociones desagradables de los demás, envidia,
Médicos, psicólogos, profesores, trabajadores sociales, policías, tienen a diario que vérselas con los aspectos emocionales, sus enfermedades, sus conflictos familiares y personales, su falta de motivación para el estudio, su mal comportamiento en clase, lo , que se ha dado en llamar Fatiga de la Compasión, acuñado Joinson y adaptado por Finley en 1992, por haber estado durante un período prolongado compartiendo problemas.
Desgaste Profesional
El desgaste profesional fue descripto por primera vez en EEUU por el Psiquiatra Herbert Freudenberger, [2]al reconocer que un grupo de voluntarios de la Clínica para toxicómanos de Nueva York, observó entre el personal que prestaba servicios, experimentaban al cabo de un año del comienzo de su trabajo, y sobre todo, lo que es peor, en el desempeño de sus tareas, el siguiente cuadro de deviaciones:
1-Una progresiva pérdida de energía
2-Desmotivación por el trabajo
3-Cambios en el comportamiento hacia los pacientes, manifestando una menor sensibilidad y comprensión hacia ellos, dispensándoles un trato distanciado y frío, y hasta agresivo
4-Síntomas característicos de la ansiedad y la depresión.
Freudenberger denominó a este conjunto de síntomas Bur-nout y lo definió como:
…..Un conjunto de síntomas médicos-biológicos y psicosociales inespecíficos, que se desarrollan en la actividad laboral, como resultado de una demanda excesiva de energía. Cuando a un trabajador se lo somete a presiones que su psiquis no puede procesar, ya sea por el grado de acumulación de situaciones personales como por un ambiente belicoso, tenso, inseguro y angustiante.
Por otra parte, más tarde la psicóloga social Christina Maslach,[3] oficializó el término burnout, exponiéndolo públicamente en el congreso anual de la Asociación Americana de Psicología de 1976,
Maslach lo consideró como un proceso de estrés crónico por contacto y lo definió en 1981 como:
“… Un síndrome tridimensional característico por agotamiento emocional, despersonalizado y baja realización personal, que puede ocurrir entre individuos que trabajan en contacto directo con clientes o pacientes, el contacto entre sujetos con disonante vinculación, actúa como impedimento para una fructífera relación entre las partes”
Cherniss dice: Es un proceso en el que las actitudes y las conductas de los profesionales cambian de forma negativa en respuesta al estrés laboral.
Por otra parte el doctor Pedro R. Gil-Monte[4], profesor de psicología del trabajo y de las Organizaciones de la Universidad de Valencia dice:
“……Una respuesta al estrés laboral crónico que tiene una gran incidencia en los profesionales del sector servicios que trabajan hacia personas. Se caracteriza por un deterioro cognitivo, una experiencia de desgaste psicológico y por la aparición de actitudes y conductas negativas hacia los clientes y hacia la organización…..”
Por otra parte, Marino Martínez Gamarra, coordinador del área de Psicosociología de Investigación y Desarrollo en Ergonomía y Psicosociología del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón.
………..” Es un sentimiento de desmoralización individual o colectiva en el ámbito laboral…….”
Señala:
a- Sentirse quemado, es lo que supone una forma de subrayar la subjetividad del síndrome.
b- Desmoralización, estar bajo moralmente, es negar la esencia del vivir
Pero que, sobreviene el estrés.
Es un estado natural y necesario que el organismo necesita para reaccionar a situaciones inminentes, es tan ancestral como la existencia del hombre sobre el planeta, el caso de salir de una situación de peligro por un sistema que se pone en funcionamiento en milésimas de segundo, donde se activan en el cerebro neurotransmisores que actúan a nivel glandular liberando un sin número de hormonas que ponen al cuerpo en esta totalmente en estado de alerta, activo, liberando un caudal importante de adrenalina. Esto es normal y hasta necesario.
El problema es cuando esto surge en forma repetida e intencional, con una frecuencia nefasta para el organismo, ya que situaciones sostenidas en el tiempo generan un deterioro difícil de subsanar, y si no se detecta a tiempo, algunas de las manifestaciones, sobre la salud, más comunes, son aumento de la presión arterial, aumento en los niveles de vigilia, aumento de insomnio, entre otras más complejas y serias.
Todo esto afecta al trabajador, inhabilitándolo y generando grandes costos para las empresas, y el trabajo por el ausentismo que este flagelo genera.
Lamentablemente muchas empresas aplican métodos Talaríamos de trabajo donde se hace insostenible la relación laboral, no se respetan las condiciones básicas y mínimas de respeto a la dignidad humana. Se manifiesta una suerte de involución tratando a las personas como objetos. Un tema que debe ser analizada en profundo por el Derecho que preserve la integridad del trabajador.
Dr. Mg. Jorge Navarro
[1] Maria Salomea Skłodowska-CurieA (Varsovia, 7 de noviembre de 1867–Passy, 4 de julio de 1934), conocida habitualmente como Marie Curie,B fue una científica polaca, nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad,
[2] El síndrome de Burnout (quemado, fundido, agotado) fue descrito en 1974 por el psiquiatra Herbert Freudenberger y es definido como un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en su trabajo, el sentido de responsabilidad y pueden hasta llegar a profundas depresiones que llevan a la muerte.
[3] Christina Maslash es una psicóloga estadounidense nacida en San Francisco en 1946. Actualmente es profesora del Departamento de Psicología y vicedirectora de pregrado en la Universidad de California en Berkeley. Es conocida como una de las mayores expertas e investigadoras del Síndrome de Burnout , desarrollo el instrumento de investigación más utilizado para la evaluación de este síndrome. En 1991 fue seleccionada como Fellow de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia por su trabajo revolucionario en la aplicación de la psicología social a problemas contemporáneos.
[4] Nacido en Tobarra (Albacete). Doctor en Psicología (Universidad de La Laguna, 1994, Apto Cum Laude, por unanimidad). Master en Dirección y Gestión de Recursos Humanos (Escuela Superior de Estudios Empresariales de Valencia, 1990). Licenciado en Psicología (Universidad de Valencia, 1988).